UN MIRADA A LOS CLÁSICOS PEQUEÑOS.
ÉRASE UNA VEZ...
Comenzamos tarde, pero comenzamos. Nuestros ratoncitos por fin nos dejaron y para celebrarlo realizamos una actividad.
En
este curso que comienza hemos vuelto nuestra mirada hacia esas
narraciones que forman parte de nuestra tradición universal.
Además de
autores como Andersen y Perrault, Dickens y Wilde escribieron
relatos cortos que se han adaptado a los intereses de los niños y
niñas de todo el mundo. Por ello, hemos seleccionado cuentos
tradicionales conocidos y no tan conocidos por nuestros/as niños/as.
Estas historias se han ido “suavizando” y adaptando a lo largo del tiempo, pues en su
origen no eran para niños/as o tenían elementos poco
adecuados a los valores actuales.
Sus
argumentos han sido a la vez la inspiración de la mayor parte de los
relatos actuales, reescribiéndose, por una parte, y utilizando sus
mensajes en otros completamente diferentes (aparentemente).
Por
otro lado, volver a la tradición es en cierta manera volver hacia
nuestro origen y hacia nuestro interior. Siguiendo ese espíritu,
hemos pensado relacionarlo con la filosofía que dio origen a los
mandalas que en definitiva son "expresiones plásticas" de nuestro interior.
Así que elegimos unos títulos y realizamos unas lecturas en la biblioteca muy peculiares. Leímos en cadena, sentados en círculos concéntricos, de manera que el cuento fluyó con sonidos diferentes como remolino de agua que gira alrededor de una cavidad central que se hace mayor cuanto más se acerca... a nuestro yo interno.
De la misma manera escogimos unos dibujos que representaban las narraciones leídas y organizamos un gran mandala alrededor de nuestras mascotas, Comelibros y Anacleto el esqueleto lector.
Aprovechando la sabiduría de nuestras profes de inglés y francés lo convertimos en un cartel plurilingüe.