Había una vez unos ratones muy traviesos que vivían en la biblioteca del cole Santa Clara. Les gustaba mucho leer y jugar al escondite entre los libros. Un día, uno de ellos, se escondió donde ninguno lo había hecho jamás, dentro del ordenador. ¡Había encontrado el lugar perfecto!.
Desde allí escuchaba cómo iban descubriéndose uno a uno todos los ratoncillos y ratoncillas que se habían escondido. Pensaba muy orgulloso que iba a ganar, su escondite era perfecto, y tan calentito... Tan calentito, tan calentito, enrolladito entre los cables, se quedó dormido. Cuando se despertó, estaba tan enganchado entre la maraña de cables que no podía salir. ¡Qué hambre tenía!. Seguro que los demás ya habían comido.
Decidió roer los cables del ordenador y así pudo salir. ¡Había ganado!
Cuando Comelibros y Anacleto encendieron al día siguiente el aparato, aquello no funcionaba... Se reunieron todos los ratones y decidieron comprar uno nuevo. El ratoncito pidió perdón y prometió no volver más a meterse donde no debía, ¡podía haberse hecho daño!.
Y así ocurrió, o por lo menos es como nos lo han contado Comelibros y Anacleto, que fueron los encargados de arreglar el estropicio del ratón travieso.
Por eso este curso hemos comenzado algo más tarde. Decidimos empezar los préstamos de manera manual mientras se compraba y configuraba el nuevo ordenador y aquí estamos de nuevo, con muchísimas ganas de darle vida a este rincocito de nuestro cole.
